Cuando usted decide tener un perro en la familia, lo que busca al convivir con su mascota es disfrutar de una relación armoniosa y segura. Esta se construye con algo de conocimiento, mucha paciencia y trabajando a diario con su canino.
Tenga en cuenta que la el carácter de los perros, depende de factores genéticos, que se reflejan en el comportamiento propio de cada raza, pero en gran medida, también depende del tipo de crianza que usted le dé.
El entorno donde crece el canino, es esencial para prevenir que más adelante sea un perro temeroso o agresivo con otras personas o animales. Por eso cuide el desarrollo de su mascota y siga las recomendaciones de un veterinario:
La gestación: Si usted puede estar cerca de la perrita que está embarazada y acompañar a la familia en el cuidado de la gestación y el desarrollo del cachorro, puede emplear esa oportunidad para promover un carácter estable en el perro. ¿Cómo así?
Es más sencillo de lo que parece. Lo que se debe hacer es brindarle a la perrita en gestación una buena alimentación con los nutrientes que ella u los cachorros necesitan para desarrollarse. Asimismo, dándole un trato especial y amable a la mamá perruna, y proporcionándole estímulos ambientales adecuados, que se traduce en un lugar seguro, una buena cama, salidas a caminar, etc.
Cuando nacen, los cachorros deben estar al menos tres meses con la mamá y sus hermanos. Pero como el período crítico del aprendizaje social en los perros se da entre la tercera semana y el tercer mes de vida; es importante exponlo de forma gradual y segura a diferentes estímulos sociales y ambientales.
Esto va permitir que el canino module sus sentidos y cerebro, es decir, si sistema neurosensorial, lo que le permitirá a su futura mascota familiarizarse con todo lo que le rodea sin problema.
La socialización: Una vez con el cachorro, continúe esta estimulación. Exponga al canino de forma simultánea a ambientes diversos e interacciones controladas con otros cachorros e incluso con perros adultos que estén vacunados y bien socializados, para que entre otras cosas aprenda a controlas la mordida, por ejemplo.
Asimismo, es importante que el perro interactúe con niños, adultos y ancianos. También es bueno que algunas de ellas lleven puesto diferentes elementos, como cascos, chaquetas, ruanas, etc. Así tendrá un perro adulto con estabilidad emocional.
Por supuesto, nunca está de más las clases de adiestramiento canino en positivo y de obediencia básica, para que el cachorro refuerce lo que ya está aprendiendo con usted y de paso aprenda otras cosas, como el control de los esfínteres.
Sus sentimientos: Evite que el cachorro experimente emociones negativas, que afecten su calidad de vida y le causen miedo. Esto solo le va a generar fobias que terminarán afectando la convivencia.
Ayude a su mascota para que desde pequeño, se familiarice con las tormentas eléctrica, la pólvora, el ruido de los carros y de la calle, a cruzar puentes, estar con otros animales e incluso visitar al veterinario.
Obsérvelo para identificar a tiempo conductas propias de los perros, que pueden tornarse en una problemática debido a una mala socialización, una educación incorrecta o por malos tratos. Por ejemplo, la defensa de su territorio, la protección de sus crías o comida, etc.
En los dos casos, la mejor herramienta de prevención será el cuidado que se tenga con la hembra durante la gestación y la correcta socialización de su cachorro, para tener a futuro un perro adulto tranquilo, amigable… en fin, en un excelente compañero en la familia.
A lo bien parce, de usted depende tener un perro equilibrado.
Hay perros que son capaces de realizar actuaciones magistrales dignas de un oscar